martes, 18 de noviembre de 2014

¿Qué sabes sobre la reproducción asistida?

La reproducción asistida es un tema muy delicado para muchas mujeres que, por un largo período de tiempo, han tratado de concebir y no lo han conseguido tan rápido como habían esperado.
Un embarazo planificado suele ser menos sencillo de lo que se cree y buscarlo por meses e incluso por años, sin lograr el resultado esperado, muchas veces, puede llevar a la frustración, seguida por la ansiedad, depresión, tristeza y desesperanza.

Muchos pueden ser los factores que dificultan el camino a la maternidad. Entre los más comunes tenemos: el estrés y la ansiedad; otros pueden estar relacionados con la edad de la mujer, las trompas obstruídas o la falta de ovulación natural. Por supuesto, esto cuando la causa radica en la mujer, porque recuerda que el hombre también pudiese presentar ciertas deficiencias en sus espermatozoides.
Si en el lapso de un año o dos aún no has quedado embarazada, te recomiendo buscar ayuda profesional. Diríjete a un centro médico especializado en reproducción asistida y en base a los resultados de los exámenes pertinentes los médicos podrán orientarte a seguir la técnica que mejor se adapte a tu caso. 
Existen dos técnicas muy utilizadas: La inseminación artificial y la fecundación in vitro (FIV). La primera ayuda a la fecundación natural dentro del útero, facilitando a los espermatozoides a llegar al lugar adecuado en el momento de la ovulación. Mientras que la segunda, permite fecundar un óvulo con el espermatozoide fuera del útero, en el laboratorio y en el curso de tres a seis días se procede con la transferencia de los embriones o blastocistos al útero.
Inseminación artificial
 
Fecundación in vitro (FIV)
Ambas técnicas sirven de ayuda al inicio, porque una vez que los embriones estén dentro de ti la naturaleza seguirá su curso como el de cualquier otra mujer que haya procreado de forma natural. Considero que es una bendición que la ciencia ofrezca esta solución a tantas parejas que quieren tener hijos y formar una familia.
Para que todo fluya de la mejor manera posible es esencial que estés serena: te recomiendo reposo y, si tienes tiempo, ver películas alegres y divertidas, leer buenos libros, escuchar música, y si nutres la pasión por la pintura que mejor momento que éste para empezar. En pocas palabras, realiza actividades que te permitan estar física y mentalmente tranquila y que no te generen ansiedad y preocupación.

Es muy importante que sepas también que la reproducción asistida suele ser un proceso largo y que no siempre estas técnicas funcionan al primer intento, pero debes tener paciencia y sobre todo no debes rendirte. Continúa firme en tu decisión y prueba todas las veces que sea necesario y, por supuesto, ¡las veces que te sientas de hacerlo! ¡No te desanimes!

Igualmente, quiero recordarte que si no logras concebir de forma natural no es motivo para que te sientas culpable, avergonzada o menos mujer. No todas las mujeres somos iguales y ninguna pareja es igual a otra. Además, considero que la mujer que recurre a una de las técnicas de reproducción asistida, decidiendo varcar esta puerta, es una mujer fuerte y determinada que busca hacer realidad su sueño. 

Hace días leí en un artículo una frase que me gustó mucho: “La reproducción asistida no hace milagros, simplemente ayuda a la naturaleza a seguir su curso cuando no puede hacerlo por sí misma.”
Por ello, si es necesario, recurre a la reproducción asistida. Fuerza, ánimo y verás que lograrás eso que tanto deseas: ser madre!